martes, 10 de mayo de 2011

Statement


Después de algunos intentos fallidos por hacer un statement de la película, esta es la última versión:


Sin Otoño, Sin Primavera

Nota del Director


El mundo real es sólo la materia prima con la que se fabrican la imaginación, los sueños y la memoria. Entre estos 4 mundos forman algo parecido a “la realidad”.


Guayaquil es una ciudad maravillosa donde nací, pasé mi infancia y adolescencia. Siempre que pienso en ella, pienso en música en audífonos de pésima calidad hasta la madrugada, en amigos tocando guitarra y cantando en inglés en el corredor de alguna casa, en las primeras borracheras en edificios abandonados, en soñar despierto mientras camino en camiseta por la noche cálida.


Cada vez que prendo la televisión o leo un libro encuentro otro Guayaquil: El que se construye desde los medios -oligarcas y pobreza que se alternan con farándula-, desde el poder -wanabi Miami, o "Guayami"-, desde el miedo -una ciudad violenta, llena de basura y peligrosa-, desde la generalización -ciudad de vagos, mariguaneros y políticos corruptos-, desde el prejuicio -todas las anteriores-.


Escucho todo esto, ciertas veces doy la razón en los problemas de la ciudad, otras veces me hago el interesado, pero cuando me siento a escribir, pienso que para mí Guayaquil es mucho más que eso, es decir: una ciudad maravillosa donde nací, y pasé mi infancia y adolescencia.


Esta película es sobre imaginar la vida de amigos enfrentados al sistema después de su adolescencia, sobre las frases que sobreviven la memoria, sobre la música con la que soñamos, una historia “realista” pero desde esos 4 mundos: Puro Verano, Puro Invierno.


Iván Mora Manzano

2 comentarios:

Polaroid dijo...

El Guayaquil de tu infancia -que yo comparto, era una abstraccion del momento que vivias tu, en tu entorno particular(lo real de la foto se diferencia apenas por la perspectiva). Sea lo que sea que descubras, elogiable o condenable del Guayaquil de hoy, sera un descubrimiento desde tu actual posicion critica. El Guayaquil de los 80's no era limpio, ni seguro, y lo de la violenta....basta con recordar las portadas del Extra a todo color. Jamas nadie descrubre en su entorno lo que no alcanza en su ser. Suerte capitan!

La República Invisible dijo...

Estimado Polaroid: Gracias por tu comentario. El primero de este blog.

Nunca diría que el Guayaquil de los 80s era limpio y seguro. De hecho hay que desconfiar de las ciudades limpias, algo malo traen. Los que hablaron de ciudades limpias fueron Mussolini y Franco.

A pesar del romanticismo por la ciudad de esa época que extraño, sé muy bien que las calles estaban evidentemente sucias, pero la memoria funciona como una foto Polaroid. Se toman pocas, los colores cambian con el tiempo.